domingo, 14 de septiembre de 2008

Nivel 26


Nivel 26

N
Sí. Sííí, sííííííí, sííííííííííííhhhhhh
Noooooooooooooooo.

I
Fue en ese momento cuando comencé a correr: el aire frío tocaba mis órganos expuestos a la intemperie, el soundtrack de mi vida seguía avanzando, los motores, los gritos, la electricidad zumbando, las ondas de radio flotando por el viento de manera invisible.

II
La restitución permanente de dolores imperceptibles acomodaban la naturaleza misma en tejidos desmembrados que parecían aligerarse ante los pasos sofocantes que se estrellaban sobre los charcos nuevos de la noche, la suciedad que residía en los múltiples ecosistemas microscópicos se iba mezclando en mis agujetas desamarradas, la vivacidad de las gotas cayendo enjuagaba la sangre de las vísceras que salían de mi vientre.

III
Era como un aborto mal logrado, parte viva de mi ser estaba saliendo por un lugar poco convencional, la mierda escurría de mis intestinos.

IIII
Media mierda: porque el proceso no estaba completo. Comida un poco triturada, que apenas estaba siendo absorbida por mi cuerpo, era la que iba dejando rastros en el pavimento mojado. Comida más mierda.

V
Cámara lenta
La mierda salía e iba bajando mientras mis músculos se empezaban a mover al mismo tiempo que el pie absorbía todo el peso y las ondas de movimiento se esparcían por la ropa y la piel, el hueso parecía comprimirse de manera infinitesimal y la mierda continuaba cayendo, hasta que se encontraba con agua que salpicaba parte de su "sí-mismo" en la relación del "sí-mismo" de la mierda, ambas producía nuevas figuras completamente irregulares que iban girando sobre un eje invisible que, por medio de la fuerza centrífuga, formaba una especie de hélice.

VI
Cámara rápida
Caminó en línea recta hasta la avenida, sus vísceras colgaban y los carros no lo dejaban pasar, en un parpadeo logró pasar por la línea de peatones, llegó a su casa y se desplomó en la cama.

VII
Teléfono
Suena y suena; los timbres no permiten que escuche su propio pensamiento. Está acostado, a punto de desmayarse, observa el techo y suelta un gemido, escupe y maldice su puta suerte.
Responde, las palabras se entrecortan, no puede expresar lo que le pasa por la cabeza. Número equivocado.

VIII
Se termina su vida.
Grita.

IX
Cierra la ventana y apaga la computadora. De nuevo son las 4 de la mañana y al otro día entra a las 8.

W
Maldita suerte, no puedo pasar el nivel 26.


Revolución Fantástica

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