martes, 7 de septiembre de 2010

Volar

Volar

Revientan burbujas al llegar a lo alto, su vuelo resulta ser inconsistente, su magia es esa. Los colores, las gotas que desprenden, mojan y dejan residuos difíciles de quitar. Y así se salvan.
Las alas te obligan a estar más tiempo en el aire, te obligan a descubrir las corrientes de aire. Los momentos difieren en los vuelos, uno tiene su extasis en la lectura, mientras otras pompas de jabón danzan en el aire y son efímeras. Todas las palabras y las formas de actuar muestran elementos relacionados con su modo de ver el mundo.
Y es precisamente en ese sentido cuando al respirar uno se asquea, uno que vuela por horas, uno que juega en el aire y se despeina con las tormentas descubre que los vuelos son distintos, que los viajes siempre difieren, y que el aire está lleno de todo, y ese todo representa su nada, y aprende de la nada. La sabiduría obtenida no depende en lo más mínimo de su razón, sino de su convivencia con lo que lo rodea, con aprender de los otros vuelos y jugar con éstos mientras gira en el aire en su propio viaje, en su propio vuelo.
Cuando se vuela por más rato uno descubre que mientras vuelas puedes escribir historias, contar cuentos, imaginaciones vivas, realidades trazadas, reproduces tu vuelo con tu mismo vuelo, lo disparas como escopeta, con miles de perdigones en el aire.
Pareciera que el mundo se desploma en una paradoja incomprensible, y esque es tan verdadero que las cosas son y no al mismo tiempo que los discursos de identidad te dejan aplastado en el suelo. La realización de uno depende siempre de otro, y de uno mismo a la vez. Te sientes congelado pero te mueves, y no es un congelamiento de viejo indecente, ni una levedad checa, ni algo roto por Sartre, ni vocaciones suspendidas, ni amores chiapanecos, ni pedros ni capitanes, ni tácticas ni estratégias, ni imagen ni semejanza, ni cegera blanca, ni islas desconocidas, ni macondos, ni mamás grandes. Nunca es lo de los otros, pero siempre es eso, porque las cosas son y no al mismo tiempo.
Son tus antiguos miedos, esos peces nadando en la misma pecera año tras año. Fantasmas, calaveras, diablos, vampiros, resacas y viajes, miles de viajes.
El llanto es risa, la risa es llanto, las calles se caminan con lágrimas en los ojos y con ganas de vomitar en las esquinas, con asco, con nausea, y una felicidad desbordante por estar triste y ser triste por estar así, felicidad triste.
Los parapetos cambian, cada vuelo tiene su lugar para detenerse, cada nube tiene su forma, llueve sobre mojado, relampagos en las nubes, truenos que ensordecen, sol del amanecer, y del crepúsculo. Miles de atardeceres principescos.
Y se buscan olores para el recuerdo, y se buscan ojos para el recuerdo, y se busca todo para el recuerdo, para meterlo en la caja negra de la vida, para poder releer las cartas cuando se tenga tiempo libre, para sonreir con el pasado, para revivirlo, para olvidarlo y para saberlo pasado.
Nunca el hueco que siento puede ser escrito, las letras ocultan siempre lo que siento, completamente lo cubren, lo envuelven, lo disimulan, y esque sólo el sentirlo puede expresarlo, sólo ese temblor que me da puede decir que me da un temblor con un nudo en la garganta. Sólo yo puedo decirme yo, y los demás me dicen yo, sin decirme yo. Nada se representa fuera de sí mismo.
Pero creeme, cada que miro al viento, cada que estoy solo dos veces, con esta soledad al cuadrado, cada que me estiro en el tiempo, que recuerdo lo aprendido estoy volando a tu lado, al modo que me gusta, aprendiendo de tu modo, recordándome, elevándome, olvidándome y con miles de gritos que aún no puedo sacar.
Quizás por eso ame las carcajadas.
Quizás por eso esté llorando ahora.
"Si la angustia no tuviera tantos meses."
Cuando escribo todo lo que se acabó no se ha acabado. Es mi magia, es mi mundo.
Y ahora pienso, duerme rico, y sueña, que cuanta falta nos hace soñar.

Danza Cósmica
Revolución Fantástica

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