viernes, 11 de enero de 2013

Ascenso II/IV

II. En el refugio
No es ayer, es mañana

Ya es mañana mujer avalancha
ya pasó la noche, ya gritó el viento
ya bajaron los dragones.
¿Los viste?, ¿los sentiste precipitándose
como balas de cañón en el océano?
en el océano de sus nubes,
resbalando por las laderas.
apegados a los riscos.

¿Observaste cómo, presas del tiempo,
regresaban a su lecho del pasado
para asegurarse en la caída?
¿Viste a esos suicidas que no se mueren,
rescates ligeros ante golpes de suelo?
de vuelta en su isla,
contentos en su hormiguero.

¿Te viste caer, como caen las olas
mareas de hormigas rojas
flotando entre la tierra,
arrasando con todo,
caminando hasta el hormiguero?

¿Te asustó tu furia?
¿Te dolió tu hambre?
¿Te agradó tu cueva,
caverna interior
que se cierra a la mañana?

Buenos días mujer montaña,                                    
¿es fria la noche?, o ¿frio es el deshielo?
se escuchó tu rugido, mujer montaña
mujer avalancha cayendo y derribando
levantando cristales de hielo,
dagas que se clavaron en las nubes,
con cortes que no hirieron.

Ya es mañana mujer escarlata,
ya el vapor recorre las playas de la isla,
ya la roca, la nieve,
las horas de las ruedas
relevaron la ausencia de la presencia.

Ya volaron los dragones,
por ahora se fueron,
envueltos en las nubes
nubes de polvo, nubes de petróleo
nubes eternas.
Nubes montañas,
nubes cambiantes,
nubes mareas.

Ya es la hora mujer sencilla,
mujer oculta, ya es momento.
Ya sonó la tercera campanada
para dibujar la bendición en tu cuerpo
ya es tu mañana, mujer montaña,
tu mañana es mi ayer,
mi ayer es tu mañana.


Revolución Fantástica

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