viernes, 17 de julio de 2015

Un beneficio de meditar

Un beneficio de meditar 

Hace una semana me preguntaban qué había cambiado, qué beneficios he percibido, con la meditación; cuál era el mayor.
En un primer momento es difícil responder con claridad pues los cambios son muchos y enormes. Son distintas partes que se han movido y que representan modificaciones sustanciales en mi vida, desde la postura física, hasta la toma de decisiones pasando por un filtro ético que se ha fortalecido. Después de pensar un rato mencioné distintas cosas, pero, la que considero que marca una diferencia más clara es la referente a mi interacción a dos niveles: personal y social.
Durante mucho tiempo he aprendido a utilizar la lógica y la retórica como puntos claves para mis argumentaciones, hacerme de amplias referencias, reflexiones y puntualizaciones para permitirme tomar diferentes caminos y así salvar mi intervención en cualquier momento.
Está forma de moverme, no es sólo algo que hago frente a lxs demás, es también algo que hago internamente.
Sobra decir que esto genera muchos problemas, y que al irse modificando esa generación de problemas también se modifica. A lo largo de esta observación ocurren muchas cosas, pues, en la medida en que la lucha por tener la razón se me presenta como algo que noto, las acciones, actitudes y decisiones se abren como un abanico de posibilidades distintas al mero hábito que venía realizando y perfeccionando. La lucha se modifica.
No se me ha quitado del todo, sino que ha cambiado. Conforme voy practicando y escuchando, noto que esta manía de querer tener la razón se encuentra enraizada en algo más profundo que mis años de estudiante de sociología.
Incluso más, se sostiene en una especie de seguridad absoluta de que yo soy quien sabe por el simple hecho de ser yo.
Me parece interesante observar cómo, a pesar de tener elementos teóricos, así como posicionamientos políticos al respecto, mi costumbre me lleva a querer tener la razón. Pues, aunque he venido considerando los elementos multideterminantes de las realidades sociales de acuerdo a los condicionantes externos a la persona que, por medio de la educación y socialización, se impregnan en su desarrollo personal; no reconozco, al momento de discutir, la sabiduría personal y la razón plena que cada quien tiene de responder de acuerdo a su construcción cotidiana por buscar su bienestar. Aunque sé que todo organismo "busca" las mejores formas para su propia sobrevivencia me suelo empeñar en vislumbrar sólo mi argumentación para tener la razón.
Gracias a esa profundización ética me parece que se empieza a manifestar esa sabiduría interna de un modo silencioso y constante. Me gustaría querer tener menos la razón.
En la medida en que esa manía no entra en juego, mis interacciones con la gente cambian. Me es cada vez más innecesario convencer, discutir y querer cambiar a lxs demás.
Me queda claro que apenas tengo lo que he aprendido, lo que he comprendido, y que eso se ha equivocado en ocasiones, justificarme para tener la razón es navegar en el sinsentido del aferramiento a mis creencias. Y al ser éstas meras creencias no tengo ninguna seguridad a la que pueda asirme como para justificar una batalla campal contra quienes se me presenten enfrente, aún si esos son mis "otros yos"; no existe ninguna razón para querer tener la razón.
Sin embargo, a pesar de esta reflexión, ¡aún sigo actuando así! Me doy cuenta que mi intelectualidad y mi accionar difieren en la medida en que el hábito responde a lo que voy alimentando. Por lo que sigue siendo importante actuar en consecuencia, y para eso es importante notarlo, reconocerlo.
Reconocer directamente la forma en que respondo en el momento en que respondo. Y eso lo estoy logrando al meditar.
En mi experiencia no es un asunto energético ni místico, es el simple darse cuenta (mientras descansas) acompañado de personas que han desarrollado técnicas para darse cuenta y profundizar al respecto.
Es cierto que no tienes que cambiar nada al meditar, sino simplemente permitir que las cosas sean como son y familiarizarte con ellas, en lugar de fabricarlas y creerte la fabricación (como actualmente lo vengo haciendo, al grado de creerme que, entonces, las cosas son así).
Es claro que me falta mucho por hacer y reconocer. Y los beneficios son súper amplios. Me imagino que entre más practique más claro se va a hacer.
Ese es, brevemente (jajaja) un beneficio de la meditación basándome en mi experiencia. 

1 abril 15

No hay comentarios: